Del huerto a la investigaci¨®n m¨¢s puntera: lo que las mujeres aportan a la agricultura en el Sahel
Tres ingenieras africanas participan en el proyecto Wagrinnova, que impulsa la innovaci¨®n de las t¨¦cnicas de regad¨ªo, fundamentales para el desarrollo de la agricultura en la regi¨®n de ?frica Occidental, muy castigada por el cambio clim¨¢tico
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Cuando Elizabeth Apuseyine (Kumasi, Ghana, 1989) le dijo a su padre que quer¨ªa estudiar Ingenier¨ªa Agron¨®mica, este se enfad¨®: ¡°?Nadie va a la universidad para estudiar la tierra!¡±, le espet¨®. Ella se hab¨ªa criado entre animales y plantas en la explotaci¨®n familiar y ten¨ªa la conciencia despierta. ¡°La agricultura forma parte de las vidas de todas las personas todos los d¨ªas: es vital que nos dediquemos a mejorarla¡±, argument¨®. La misma determinaci¨®n movi¨® a Aminata Sarr (Saint Louis, Senegal, 1995) y a Roseline Sadya Nacro (Ouagadougou, Burkina Faso, 1991) a embarcarse acad¨¦micamente en un sector con grandes retos como es la agricultura de regad¨ªo en el Sahel.
Como indica el ¨²ltimo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Clim¨¢tico (IPCC) publicado el pasado 9 de agosto, en los pr¨®ximos a?os se amplificar¨¢ el estr¨¦s h¨ªdrico en esta zona del continente africano, muy impactada ya por el aumento de las temperaturas y la inestabilidad de las lluvias.
Educadas en sus pa¨ªses de origen, las tres j¨®venes fueron seleccionadas para participar en una de las formaciones m¨¢s punteras sobre el tema: el m¨¢ster en gesti¨®n sostenible de los recursos de tierra y agua en agricultura del CIHEAM, el Instituto Mediterr¨¢neo Agron¨®mico de Bari (Italia), en el marco del proyecto Wagrinnova. Financiado por el Programa LEAP-APRI con fondos africanos y europeos, este proyecto est¨¢ coordinado por el Instituto de Agricultura Sostenible del CSIC en C¨®rdoba. De ¨¦l forman parte una decena de instituciones de cuatro pa¨ªses europeos (Espa?a, Francia, Holanda e Italia) y tres africanos (Senegal, Burkina Faso y Ghana) que tienen por objetivo comprender por qu¨¦ el desarrollo del regad¨ªo no ha tra¨ªdo los beneficios esperados a los peque?os productores en ?frica Occidental. Para ello, se proponen identificar los elementos que permitan intensificar este tipo de agricultura de una manera sostenible y rentable.
En esta regi¨®n africana, el regad¨ªo podr¨ªa traer los mismos beneficios que trajo al Mediterr¨¢neo y a otras zonas del mundo. ¡°Aumento de la intensidad, diversidad y productividad de los cultivos, desarrollo de mercados alimentarios y de la agroindustria, y generaci¨®n de empleo, entre otros¡±, enumera Helena G¨®mez-Macpherson, investigadora del IAS-CSIC de C¨®rdoba y coordinadora de Wagrinnova. Para lograrlo la cient¨ªfica espa?ola incide en una las l¨ªneas m¨¢s importantes del proyecto, a su juicio: el refuerzo de capacidades. Desde 2019, cuatro doctorandos y casi una veintena de estudiantes del m¨¢ster han dedicado sus tesis en el marco del proyecto, apoyando as¨ª la investigaci¨®n de los tres pa¨ªses africanos. Un 40% de estos estudiantes son mujeres. Adem¨¢s de Elizabeth, Aminata y Roselyne.
Concluido el primer a?o de formaci¨®n en el CIHEAM de Bari, las tres africanas terminan ahora su segundo curso del m¨¢ster desarrollando las pr¨¢cticas en sus pa¨ªses de origen, desde donde analizan los retos t¨¦cnicos, sociales y tambi¨¦n de g¨¦nero de la agricultura saheliana.
Aguas residuales en el norte de Ghana
La pandemia impact¨® fuertemente en el a?o acad¨¦mico de Elizabeth Apuseyine en Italia: ¡°La covid-19 nos dio mucho miedo. Tanto a nivel personal, cuestionando nuestra seguridad, y con la duda sobre qu¨¦ iba a pasar con nuestros futuros, nuestros estudios... Tuvimos que lidiar con la incertidumbre de si ser¨ªamos capaces de terminar el curso¡±.
S¨ª fue posible. Volvi¨® a Ghana, donde seg¨²n ella el principal reto de la agricultura del pa¨ªs es la disponibilidad del agua: ¡°La parte norte solo tiene un periodo corto de lluvia, por lo que los agricultores no pueden cultivar tres cuartas partes del a?o si no tienen acceso a riego. La ¨²nica manera de mantener la seguridad alimentaria del pa¨ªs es desarrollando t¨¦cnicas de irrigaci¨®n¡±.
Con el objetivo de contribuir a las soluciones, actualmente desarrolla su estudio sobre la viabilidad de regar usando aguas residuales dom¨¦sticas tratadas mediante humedales artificiales creados con plantas aut¨®ctonas. Lo realiza en Zagyuri (en el distrito metropolitano de Tamale en el norte de Ghana), una comunidad conocida por su importante producci¨®n agr¨ªcola alimentada con aguas procedentes de un desag¨¹e roto de una estaci¨®n militar hoy en desuso. ¡°Los productores conocen las consecuencias sanitarias de trabajar con este recurso, pero la escasez de agua potable unida a las cada vez m¨¢s pronunciadas sequ¨ªas y el coste del tratamiento del agua desencadenan esta situaci¨®n¡± expone Apuseyine, quien identific¨® este tema hace un par de a?os pensando en el mejor modo de dar servicio ¨²til a la agricultura en su regi¨®n.
Un tutor local de la Universidad de Estudios de Desarrollo (UDS) da seguimiento a sus experiencias con el apoyo remoto del equipo del CIHEAM. ¡°Hemos puesto ocho reactores creados a base de plantas locales y filtros naturales como grava, arena y biocarb¨®n para filtrar el agua antes de ser usada en los campos. El objetivo es estudiar la mejor¨ªa de la calidad respecto a la no tratada¡±, explica la joven.
El experimento va bien, los agricultores est¨¢n siguiendo los avances, lo que les sirve tambi¨¦n de formaci¨®n, y no ha habido problemas mayores para llevarlo a cabo. Sin embargo, Elizabeth ve como reto su aplicaci¨®n futura. ¡°El colectivo con el que trabajo se da cuenta de que hay una tecnolog¨ªa sencilla de bajo coste a su alcance, pero tienen sus prioridades y mejorar la calidad del agua no es una de ellas. Puede ser una prioridad para los consumidores, pero por la situaci¨®n de extrema pobreza que viven los agricultores, sus preocupaciones se centran en conseguir algo de dinero para poder alimentarse a s¨ª mismos y a sus familias. El desaf¨ªo principal es tan b¨¢sico que es dif¨ªcil darle prioridad¡±, concluye la estudiante.
Motobombas solares en Senegal
Aminata Sarr pas¨® por la escuela de Italia un a?o antes que sus compa?eras. No se libr¨® de la pandemia, pero termin¨® a tiempo para clasificarse entre las primeras de su curso y conseguir la mejor calificaci¨®n del jurado en la exposici¨®n final de su proyecto de fin de m¨¢ster. Nicola Lamaddalena, director del CIHEAM, destaca su dedicaci¨®n y la calidad t¨¦cnica de su trabajo, que toca un tema crucial: la viabilidad del riego usando energ¨ªa solar.
Sarr explica la importancia del regad¨ªo en Senegal: ¡°El principal reto de la agricultura, tan vulnerable al cambio clim¨¢tico y de la que depende el 70% de la poblaci¨®n, es la irrigaci¨®n, sobre todo en el norte. Las precipitaciones son escasas, por lo que es muy importante gestionar los recursos h¨ªdricos. Cuanto m¨¢s se explotan los acu¨ªferos, m¨¢s riesgo tenemos de encontrarnos en d¨¦ficit en un futuro cercano¡±.
Su campo de experimentaci¨®n fue en Nguethiouro (norte de Senegal), donde la pluviometr¨ªa es de 300 mil¨ªmetros por a?o, y la realiz¨® bajo la supervisi¨®n en terreno del personal de la Universidad Gaston Berger de Saint Louis y a distancia del CIHEAM y del IAS-CSIC. ¡°Mi estudio trata de promover la eficiencia de la irrigaci¨®n en la zona usando energ¨ªa solar como alternativa a las fuentes tradicionales, concretamente estudi¨¦ las bombas de riego solar. Para ello evalu¨¦ la viabilidad t¨¦cnica, econ¨®mica y los impactos medioambientales que conllevar¨ªa su uso extendido¡±, explica.
Wagrinnova tiene por objetivo comprender por qu¨¦ el desarrollo del regad¨ªo no ha tra¨ªdo los beneficios esperados a los peque?os productores en ?frica Occidental
Lo hizo a trav¨¦s de encuestas a proveedores y usuarios, analizando diferentes perspectivas y comparando los resultados de ambos modelos. ¡°Los resultados, que fueron compartidos con los colectivos explotadores de los campos de la zona, concluyen que econ¨®micamente es m¨¢s beneficioso usar motobombas solares combinadas con los sistemas de riego por goteo o por aspersi¨®n, ya que no se depende de la red el¨¦ctrica, que en muchos casos tampoco es accesible en esas zonas. Tambi¨¦n por tener una vida ¨²til m¨¢s larga que las de m¨¢s comunes bombas de di¨¦sel. El uso de energ¨ªa solar mejorar¨ªa el impacto medioambiental en un 14% respecto al uso de las de carburante; t¨¦cnicamente, tambi¨¦n ser¨ªa viable promoverla¡±, comparte.
?Qu¨¦ faltar¨ªa entonces para extender su utilizaci¨®n? Para Aminata Sarr, el mayor obst¨¢culo es la inversi¨®n inicial. ¡°El Estado deber¨ªa ayudar a los agricultores a promover energ¨ªas alternativas a trav¨¦s de financiaci¨®n. Otro problema esla falta de conocimientos t¨¦cnicos, por lo que es b¨¢sico impartir formaciones que les ense?en a realizar el mantenimiento¡±. Es en esto en lo que ella misma se est¨¢ especializando actualmente a trav¨¦s de una beca de investigaci¨®n de la Agencia espa?ola de Cooperaci¨®n y Desarrollo (AECID) en el IAS-CSIC de C¨®rdoba.
Sin embargo, las positivas conclusiones del estudio de Aminata Sarr han dado que pensar. Seg¨²n explica Helena G¨®mez Macpherson, el abaratamiento del riego por energ¨ªa solar est¨¢ favoreciendo una expansi¨®n imparable tanto en Senegal como en Espa?a, aumentando el riesgo de sobreexplotaci¨®n de los acu¨ªferos. ¡°En este escenario, la gesti¨®n y la regulaci¨®n comunitaria del uso del agua tienen un papel esencial para asegurar la sostenibilidad de la agricultura regada¡±, apunta la investigadora del IAS-CSIC. ¡°?Hasta qu¨¦ punto promover su expansi¨®n no va a suponer morir de ¨¦xito?¡±, se pregunta.
Inundaciones intermitentes para el arroz
A Roseline Sadya Nacro (Ouagadougou, 1991) le cost¨® la adaptaci¨®n fuera de su casa. ¡°No es f¨¢cil estar lejos de tu familia, de tus amistades y de tu pa¨ªs, y formarte en un idioma que no es el tuyo¡ ?Tuve que ponerme a tope con el ingl¨¦s!¡±. Eso no le impidi¨® aprovechar al m¨¢ximo la oportunidad. ¡°?Me encanta estudiar!¡±, r¨ªe al conversar por Zoom.
Nacro se inspir¨® para su trabajo de campo en la experiencia asi¨¢tica, desde su punto de vista ¡°poco analizada para evaluar su posible adaptaci¨®n al contexto africano¡±. En particular, estudia la t¨¦cnica de humectaci¨®n y secado alternos (AWD en sus siglas en ingl¨¦s) para la mejora de la productividad y de la calidad del suelo bajo la supervisi¨®n del Instituto de Medioambiente e Investigaciones Agr¨ªcolas (INERA, socio burkin¨¦s del proyecto). ¡°Considero que este tema es muy importante en Burkina Faso porque los recursos de agua son muy limitados y tenemos que gestionarlos correctamente para preservar la diversidad y que las generaciones futuras puedan tener tambi¨¦n agua¡±, explica.
Su propuesta es sustituir la pr¨¢ctica habitual de riego en la producci¨®n de arroz, que es la inundaci¨®n permanente, por la t¨¦cnica AWD, que comporta ciclos de inundaci¨®n y de secado de parcelas. Esto se hace colocando un sistema de tuber¨ªas en el terreno para medir la necesidad de agua de las plantas. ¡°Muchos estudios en China e India indican que esta t¨¦cnica permite no solo ahorrar agua, sino tambi¨¦n mantener la misma producci¨®n de arroz que el sistema de inundaci¨®n permanente y, adem¨¢s mitigar, la p¨¦rdida de nutrientes de la tierra respecto al m¨¦todo actual¡±, justifica Nacro.
Financiado con fondos africanos y europeos, Wagrinnova est¨¢ coordinado por el Instituto de Agricultura Sostenible del CSIC en C¨®rdoba y de ¨¦l forman parte una decena de instituciones de cuatro pa¨ªses europeos (Espa?a, Francia, Holanda e Italia) y tres africanos (Senegal, Burkina Faso y Ghana)
¡°Aqu¨ª, donde la fertilidad de los suelos es escasa y los agricultores dependen del aporte externo de nitr¨®geno para el crecimiento de sus cultivos. Combinar la AWD con sistemas alternativos de gesti¨®n de la fertilidad mejorar¨ªa la eficiencia del agua y los nutrientes de la tierra as¨ª como las caracter¨ªsticas hidro-agron¨®micas del suelo¡±, explica. Tras cuatro meses en el campo ahora est¨¢ analizando los resultados junto con el colectivo agricultor de la zona, asociado desde el principio al proceso. ¡°Normalmente son reticentes a cambiar sus pr¨¢cticas, por eso queremos que valoren ellos mismos los beneficios de su aplicaci¨®n¡±, concluye.
Invertir en la formaci¨®n de las mujeres
En algunos pa¨ªses africanos, las mujeres representan hasta el 60% de la fuerza de trabajo en la agricultura familiar con unos recursos desiguales a los de sus colegas masculinos, seg¨²n datos de la FAO. ¡°Si las mujeres tienen el mismo acceso a las habilidades, recursos y oportunidades que los hombres, pueden ser un motor poderoso en la lucha contra el hambre, la malnutrici¨®n y la pobreza¡± se?ala un informe de esta organizaci¨®n internacional, de 2018.
Preguntadas por el inter¨¦s de promover la formaci¨®n femenina en el sector, Elizabeth Apuseyine incide precisamente en este aspecto. ¡°Las mujeres son la base de la agricultura en esta subregi¨®n. En los campos, la mayor¨ªa de las tareas las realizan ellas: cosechar, sembrar, regar, criar peque?os rumiantes, etc., as¨ª que es clave que est¨¦n formadas y que ellas mismas puedan pasarse conocimientos unas a otras, tambi¨¦n para que tengan m¨¢s capacidad para liderar y ser m¨¢s productivas¡±.
En el ¨¢mbito acad¨¦mico, la implementaci¨®n de estrategias de g¨¦nero facilita tambi¨¦n su trabajo. ¡°En el proyecto Wagrinnova todas las socias sentimos que era importante promover la formaci¨®n investigadora de los j¨®venes y, en especial, de las mujeres; ve¨ªamos que hay muy pocas ingenieras y menos a¨²n que se dediquen al regad¨ªo,¡± explica G¨®mez-MacPherson sobre la selecci¨®n de las tres becas para el Master del CIHEAM. En todo caso, las tres investigadoras tienen claro que quieren continuar su carrera y que el hecho de ser mujer les ha obligado a sortear obst¨¢culos extra.
A Roseline Sadya Nacro, la agricultura le apasiona desde peque?a, ya que su madre trabaja en el ¨¢mbito de la horticultura biol¨®gica y ella decidi¨® que se quer¨ªa formar profesionalmente en el sector. Cont¨® con el apoyo de su familia, pero reconoce que no siempre es el caso. ¡°En Burkina Faso es un ramo muy masculinizado. En el Instituto de Medioambiente e Investigaciones Agr¨ªcolas donde estudi¨¦ ¨¦ramos solo diez chicas de 60, por lo que si queremos promover que las mujeres avancen en el ¨¢mbito acad¨¦mico, que necesita muchos a?os de sacrificio y paciencia, hay que apoyarlas social y econ¨®micamente. Aqu¨ª a¨²n se tiende a pensar que lo ¨²nico que podemos hacer es casarnos y tener hijos¡±, lamenta.
Lo mismo opina la senegalesa Aminata Sarr, quien a?ade el reto de la visibilidad y el reconocimiento. ¡°Es importante promover a mujeres en ¨¢mbitos donde no est¨¢n representadas, como el regad¨ªo o la investigaci¨®n cient¨ªfica en general. Es transcendental poner en valor esos estudios para que las j¨®venes tengan referentes y se motiven por llegar a niveles de estudio superiores¡±.
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